Un sofisticado modelo que presume de apretarse de forma autónoma gracias a un complejo sistema que combina ingeniería digital, electrónica y mecánica, fruto de años de trabajo e investigación. “Al ponértelas el talón activará un sensor y automáticamente el sistema ajustará la zapatilla”, explica Tiffany Beers, trabajadora del departamento de innovación en Nike. Si el ajuste no es el deseado, dos botones en los laterales del calzado permiten ajustar y desajustar hasta lograr la “lazada virtual” deseada. Una primera versión hacia una zapatilla ideal que no necesita de ningún tipo de reajuste manual, sino que es capaz de anticipar en cada momento el que el pie requiera.
Beers ha estado trabajando en este proyecto desde hace más de tres años junto al diseñador estrella de la marca, Tinker Hatfield, y Mark Parker, presidente y director ejecutivo. El objetivo inicial: hacer la vida de los atletas más fácil: “Resulta increíble imaginar un zapato que pueda sentir lo que el cuerpo necesita a tiempo real. Esto elimina muchas distracciones y mejora las ejecuciones”, comenta Hatfield. Una pirueta tecnológica que pretende acabar de una vez por todas con la incomodidad e imprecisión de los cordones: “Reliquias del pasado” en palabras de Nike, y que apuesta por el atado ajustable virtual.
0 comentarios:
Publicar un comentario